México solicitó a los gobiernos de Colombia, Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela que acepten vuelos de retorno de migrantes de sus países de origen.
La solicitud se produce en medio de un aumento de los flujos migratorios hacia Estados Unidos desde el Caribe, Sudamérica y Centroamérica.
Según el Instituto Nacional de Migración (INM) de México, entre enero y septiembre de 2023, México ha detenido a más de 300.000 migrantes irregulares, de los cuales el 20% son de origen colombiano.
El gobierno mexicano ha tomado una serie de medidas para frenar la migración, entre ellas el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con Estados Unidos y el acuerdo con Estados Unidos para fortalecer la cooperación migratoria.
La solicitud de México a Colombia y otros 4 países es un paso más en este esfuerzo para proteger la vida de cientos de personas que buscan huir de sus países.
Responsabilidad de los gobiernos
Los gobiernos de Colombia, Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela tienen una responsabilidad importante en la migración de sus ciudadanos hacia México y Estados Unidos.
Las condiciones económicas y políticas en estos países son un factor importante; así como la violencia, la desigualdad y la pobreza son problemas persistentes en estos países que obligan a miles de personas a huir de sus hogares.
Los gobiernos de estos países deben tomar medidas para abordar las causas profundas de esta problemática.
Impactos de la solicitud
La solicitud de México a Colombia y otros 4 países podría tener varios impactos, tanto positivos como negativos.
La decisión podría aliviar la presión sobre las autoridades mexicanas. El gobierno mexicano ha enfrentado críticas por su manejo de la migración irregular. La solicitud de vuelos de retorno podría ayudar a reducir el número de migrantes detenidos y procesados por las autoridades mexicanas.
La solicitud de México a Colombia y otros 4 países es un paso importante en la política migratoria del país. Los impactos de esta solicitud aún no están claros, pero podría tener un impacto significativo en la migración hacia Estados Unidos, sin embargo, saca a la luz el fracaso de la política social del presidente Gustavo Petro, quien desde el comienzo de su administración se ha visto envuelto en escándalos de corrupción y nepotismo.
Un pueblo que tenía sus esperanzas puestas en un líder salvador, se percibe decepcionado de Petro, cuyos niveles de desaprobación tocaron niveles históricos cercanos al 63%.
