El paisaje migratorio de Latinoamérica se ha convertido en un tejido global, con una vasta población que reside en naciones desarrolladas alrededor del mundo. Este flujo migratorio ha engendrado una faceta singular del turismo: el turismo de migrantes.
El Turismo de Migrantes: Redescubriendo sus Raíces y Cultura
El turismo de migrantes se define por el viaje que emprenden aquellos que dejaron su país de origen o el de sus ancestros. Se distingue por su motivación intrínseca de conectar con sus raíces, explorar su cultura, historia y sabores arraigados en su tierra natal. A diferencia del turismo convencional, este segmento presenta características distintivas:
- Motivado por la identidad: Migrantes buscan reconectar con sus raíces, explorando la esencia cultural y vivencial de sus países de origen.
- Impacto económico significativo: Su poder adquisitivo suele ser superior al de turistas locales, generando un flujo financiero robusto en hoteles, restaurantes, transporte y actividades turísticas.
- Potencial para la economía local: El gasto de los migrantes puede ser un aporte fundamental a la economía del país de origen, generando ingresos a través del turismo.
El Vínculo Transnacional: Tejiendo Lazos entre Países
Los migrantes en naciones desarrolladas han forjado lazos profundos con los residentes locales, fomentando un interés por visitar sus países de origen. Por ejemplo, un migrante colombiano en Estados Unidos puede convertirse en un embajador informal, invitando a amigos y familiares estadounidenses a experimentar Colombia.
Desafíos y Oportunidades
A pesar del potencial promisorio del turismo de migrantes, existen desafíos notables. Algunos datos estadísticos sobre ocupación hotelera y derramas económicas podrían estar inflados en muchos países latinoamericanos, con excepciones como México debido a su cercanía con Estados Unidos y Canadá, como también Costa Rica, que se distingue por su atractivo natural, pero este fenómeno aún no ha sido profundizado plenamente.
Organismos como Procolombia, la agencia de promoción turística de Colombia, reconocieron recientemente el potencial del turismo de migrantes. Sin embargo, acciones concretas para promover este segmento aún están en sus etapas iniciales.
La importancia del estado de derecho se vuelve evidente en el contexto turístico. La crisis política y económica en Venezuela ha provocado una disminución drástica en las visitas de extranjeros a aquel país, impactando negativamente el sector turismo.
Colombia corre el riesgo de enfrentar desafíos similares si no se implementan medidas para salvaguardar la seguridad de sus visitantes, certeza jurídica a inversionistas y fortalecer la estructura legal.
El turismo de migrantes representa una ventana de oportunidad para Latinoamérica. Los países de la región pueden capitalizar este fenómeno para impulsar sus economías locales y difundir su riqueza cultural. No obstante, es imperativo que los gobiernos se comprometan a garantizar la seguridad de los visitantes y fomentar un turismo sostenible para cosechar los frutos de esta tendencia emergente.
Parece irónico, pero este fenómeno ya se viene dando hace décadas. Hay claros ejemplos como El Salvador, Honduras y Guatemala, donde sus ciudadanos migrantes hacen una gran inversión patrimonial a modo de propiedades raíz y franquicias comerciales.
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